Se dio a conocer que el primer (y segundo) tren de hidrógeno del mundo entró en servicio en el norte de Alemania, marcando el comienzo de una nueva era para el viaje sostenible. Según informes, dos trenes Coradia iLint, fabricados por Alstom, han comenzado a trabajar en la línea entre Cuxhaven y Buxtehude, al oeste de Hamburgo. Hasta ahora, la línea de casi 100km de largo ha sido atendida por trenes diesel, pero ahora albergará motores casi silenciosos.
Alstom ha fabricado los vehículos para que operen de la misma manera que la flota existente para evitar cualquier choque cultural para los pasajeros y la tripulación. Excepto que necesitan repostar sus tanques de 1.000 km de capacidad en una estación dedicada de abastecimiento de H2 ubicada en Bremervorde.
En lugar de un tanque de diesel que enciende un motor, los trenes iLint son más como un Toyota Mirai en su construcción. En este caso, un tanque de hidrógeno alimenta una celda de combustible que genera energía, que luego es empujada a un tren de transmisión eléctrico. Una batería muy pequeña ayuda a mantener la continuidad de la energía, así como a almacenar la energía ahorrada del frenado regenerativo.
Además, la pila de combustible se encuentra cerca del centro del tren, donde una unidad se une con la otra y debe estar casi en completo silencio.
La fuerte densidad de energía del hidrógeno y su relativa facilidad de generación y transporte lo hacen ideal para cargas pesadas. Y aunque actualmente no es un material limpio, la esperanza es que las empresas puedan impulsar la creación de H2 con 100% de renovables en el futuro. Y la demanda aumentará, ya que Alstom se ha comprometido a entregar al menos otros 14 trenes al operador ferroviario alemán local para el año 2021.